lunes, 26 de abril de 2010

Una boda Italiana

El pasado sábado tuve el honor de asistir a mi primera -y muy probablemente última- boda italiana.
Sinceramente, posiblemente no diste mucho de las de aquí, posiblemente españoles que puedan permitírselo les dan veinte patadas a ésta, pero es necesario decir que fue espectacular.
El día comenzó gris y lluvioso, cual cosa no animaba a levantarse a la hora recomendada, es decir, a las 6 de la mañana. A las 7 aproximadamente –aunque siempre termina siendo más tarde- llegaron las peluqueras al piso que teníamos alquilado y ya decorado perfectamente para la ocasión.
Cuando estuvieron todos listos la novia se vistió y comenzó la sesión fotográfica –fotógrafos a domicilio también- en habitaciones y comedor. Mientras tanto, el resto de familiares de la novia pudimos disfrutar de un pequeño pica-pica preparado especialmente para nosotros –como resulta ser allí tradición-.
Tras casi dos horas de sesión llegó el momento de dirigirse a la iglesia. La lluvia había apaciguado levemente, y la novia no lo pasó demasiado mal.
Como era de esperar, la misa se hizo eterna. Si ya difícilmente se soporta en tu lengua materna, siendo el italiano un idioma casi totalmente desconocido para nosotros resultó bastante pesada. Por el contrario, debemos agradecer el detalle de haber impreso un pequeño libro para poder seguir el sermón con facilidad –aunque, todo sea dicho, nos hizo tener falsas esperanzas, pues en éste solamente se reflejaba una pequeña parte de la misa, y cuando el libro se terminó y ya creíamos que nos marcharíamos, nos dimos cuenta de que aún nos quedaba medio sermón por delante-. Y no mencionar ya la buena impresión que debimos causar a la familia italiana, tan religiosa como ella es, cuando ninguno de nosotros comulgamos…


(Iglesia)

Cuando al fin terminó nos llevamos una buena sorpresa. Al salir de la iglesia pudimos comprobar que había salido el sol y hacía un día estupendo. Los novios salieron, y ninguno teníamos arroz para arrojar –casualmente había en los tiestos de las plantas de la entrada, pero ninguno caímos en que estaba preparado específicamente para aquello-. Y mientras continuaban la sesión, esta vez por los alrededores de la iglesia, el resto nos dirigimos al lugar del banquete. Y lo llamo así y no restaurante porque yo no lo consideraría como tal, ya que nos encontramos frente a unas carpas bien arregladas y situadas en un jardín verdaderamente precioso (una verdadera lástima no haber tomado fotos con calma, ya que el riachuelo le daba un toque zen milagroso).
Una vez allí nos tocó esperar a los novios para terminar la sesión y hacernos la típica foto con cada familia –la cual nos regalaron al terminar el festín-.
Y este apartado precisamente tenía ganas de alcanzar: el banquete nupcial.
Nada más y nada menos que seis exquisitos platos introducidos por un pica-pica de lo más variado y concluido por tres variedades de postres.

Entrantes:
- Prosecco
- Analcolici in Caraffa fantasie dello Chef:bebidas fantasía del Chef
- Angolo del friggitore: fritos
- Angolo del salumiere: charcutería
- Angolo dell’ostricaro

Primeros platos:
- Trittico del Golfo (insalata di polpi e patate, bocconcini di riccola alla cacciatora, cocktail di gamberi): combinado de ensalada de patata, pescado y cóctel de gamba.
- Risotto scampi e melone: arroz (algo similar al arroz con leche) con melón.
- Linguine allo scoglio: especie de tallarines con marisco


Segundos platos:

- Orata in crosta de Patate con scampo in bellaista Pescado cibierto por patata
- Insalatina capricciosa: ensalada verde
- Sorbetto al limone: sorbete de limón .
- Coscio di maiale in salsa bruna, fungo champignon gratinato e timballino di melanzane: carne con salsa, champiñón relleno y timbal de berenjenas.


Postres:

- Composta di frutta con gelato in cialda: combinación de frutas y helado en calleta.
- Buffet di dolci: buffet de dulces.
- Torta nuziale: tarta nupcial.

Hay cosas que no he sabido traducirlas, así que me discupo.


(Menú y peladillas en paquete con forma de rosa)

Comenzamos a comer a las 15, y terminamos a las 21 aproximadamente. Todo un reto, pero superado con éxito. Cabe mencionar también que, entre plato y plato, el DJ nos dedicaba algún tema para bailar y rebajar todo lo comido para hacer lugar a lo que se avecinaba seguidamente. Eso sin contar la escandalera y múltiples payasadas españolas que bienvenidas fueron, y la famosa canción del alcohol adaptada al italiano que ya nunca olvidarán.

En definitiva, muy buen ambiente, música que realmente acompañaba, celebración maravillosa, muchas risas y comida como nunca la he probado antes en abundancia. La mejor boda a la que jamás he asistido.


(Jardín de las carpas)

2 comentarios:

  1. wapeh~~

    mola porque ha sido fácilmente imaginable los hechos de la boda XD jajaj mola mil!

    yo me habría dado un hartón de reir en la iglesia, (aquí con la sinceridad)

    pero nada nada, que por el menú habría hecho lo que fuera, yo acostumbrada a comer mal en todas las bodas, esto es la caña ^^

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  2. Ains, de todo lo que has contado me ha dado envidia el menú, sobre todo el apartado de tres postres... *¬*
    Te he echado de menos, geme!! T_T

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