<<Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia.
En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra.
Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras.
Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.>>
Acabo de acabar esta fabulosa novela escrita por el australiano Markus Zusak. Realmente me ha entusiasmado y emocionado como ninguna otra.
La historia es realmente enternecedora. Basada en acontecimientos y personajes reales, está narrada desde el punto de vista privilegiado de la mismísima Muerte , la cual explica un relato en la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Sus personajes son realmente característicos, y por una razón u otra sencillamente emocionales, de los que una fácilmente se encariña.
La joven protagonista, una niñita llamada Liesel, descubre la importancia de las palabras cuando su padre le enseña a leer (debo añadir que esta parte me marcó profundamente, una escena super dulce entre padre e hija inolvidable), palabras llenas de vida que incluso la salvan en el momento crítico, palabras regaladas llenas de afecto.
Y no me alargaré, pues no quiero desvelar nada sobre esta maravillosa historia. Pero sí debo decir que, a pesar de ser un libro duro y oscuro, expresa sentimientos tan dulces como el amor o la amistad, haciéndola enternecedora y trágica al mismo tiempo. Una combinación fatal para algunos, maestral para otros.
Como bien merece estar en el título pues, la considero, nada más y nada menos que una obra maestra.
Totalmente recomendada.
